Proponemos a los lectores un breve resumen
gráfico de lo sucedido el pasado fin de semana en Vallelado.
Verdaderamente impresionante resultó
acercarse con la caballería y descubrir la silueta de las
gentes esperando al encierro recortadas sobre el páramo,
integradas a la tierra como un elemento más; también muy
hermosa la cabalgada de entrada del encierro a las calles de
la villa y ya en el casco urbano, algunas carreras de poder a
poder con el toro, casi íntimamente, en soledad, lo que
supone un verdadero privilegio.
Templado el ganado, intervinieron los
capeadores de fortuna, quienes armaron sus trastos con cachava
y chaqueta y lancearon dibujando curiosas acciones entre pases
y cortes. La no excesiva afluencia de público también
permitió a los atalancados intervenir a su sabor, completándose
para todos una buena mañana de toros que remató en banquete,
como es propio de la hospitalidad de esta villa.
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