Fieles a la tradición

El club Vallelado Caja Segovia, con más de 20 años de historia, mantiene viva la pasión por la pelota

Texto de/Juan Carlos Navarro.

Fieles a la tradición

Carlos Baeza, del Vallelado Caja Segovia, en uno de sus partidos en pala corta. / C. CATALINA

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PRADILLOS

VALLELADO CAJA SEG.

LAS MODALIDADES
Componentes:

1. Juanjo Aceves. Delantero, paleta. 17 años. Estudiante.

2. Gustavo Ortega. Zaguero, paleta. 18 años. Estudiante.

3. David Lagunar. Delantero, pala corta. 20 años. Autónomo.

4. Raúl Baeza. Zaguero, pala corta. 39 años. Autónomo.

5. Miguel Lagunar. Suplente, 41 años. Autónomo.

6. Enrique de Diego. Suplente. 25 años. Profesor Edu. Física. Componentes:

1. Daniel Arranz. Delantero, pala corta. 19 años. Estudiante.

2. César Baeza. Zaguero, pala corta. 35 años. Autónomo

3. Nacho González. Delantero, paleta. 20 años. Estudiante.

4. Carlos Sanz. Zaguero, paleta. 32 años. Constructor.

5. Jorge Domínguez. Zaguero, pala corta. 33. Carpintero.

6. Carlos Baeza. Suplente. 40 años. Autónomo. Paleta:

Se juega con una paleta de unos 600 gramos y con una pelota de 52. Se suelen disputar tantos largos, con mucho peloteo y requiere más técnica que fuerza.

Pala corta:

La pala pesa unos 800 gramos y co ella se golpea a una pelota entre 85 y 90 gramos. La fuerza domina sobre la técnica.

AÑO 2005. Toda la provincia de Segovia se encuentra invadida por el deporte rey, el fútbol ¿Toda? ¿No! Una localidad de unos 800 habitantes llamada Vallelado resiste todavía y mantiene viva una tradición: la pelota. Al igual que la aldea que defendían con uñas y dientes Astérix y los irreductibles galos del invasor romano, en este municipio situado al noroeste de la provincia también pelean cada día para que los más jóvenes dejen a un lado el balón y mantengan viva la llama de un deporte que les ha convertido en un referente dentro del panorama nacional.

Con más de 20 años de historia, el Club de Pelota Vallelado-Caja Segovia distribuye su tiempo entre la ardua tarea de mantenerse en División de Honor y la exigente labor de promocionar una escuela en la que participan más de 30 chavales y de la que ya han salido algunos talentos como Daniel Arranz, Campeón de España Juvenil y Subcampeón del Mundo sub-22.

EL PASADO

Cuando un vecino de la cercana localidad de Íscar (Valladolid) decidió instalar en su finca de recreo de Fuentesblancas un frontón, no podía imaginar que iba a extender por toda la comarca la semilla de un deporte que con el tiempo acabaría convirtiéndose en el más popular de un pueblo, superando con creces al fútbol. La pelota cautivó a este buen hombre en la década de los 60 en uno de sus viajes de veraneo a Gijón, por lo que, aunque parezca extraño, las raíces de la pelota en Vallelado no son vascas sino asturianas. Ante el creciente interés que había despertado este deporte, en 1972, el Ayuntamiento de la localidad decidió construir un frontón al aire libre.

Sin embargo, no fue hasta los años 80 cuando un grupo de valientes decidieron fundar el Club de Pelota Vallelado, a raíz del cubrimiento del frontón. Desde ese momento, la evolución del equipo fue casi imparable y sólo los inevitables problemas económicos que afectan a los clubes modestos impidieron que el C. P. Vallelado completara casi de un tirón una sensacional escalada desde la categoría Regional hasta División de Honor. Años después, en 1989, el conjunto segoviano consiguió su ansiado ascenso a la máxima categoría. En la localidad leonesa de Valencia de Don Juan, el C.P. Vallelado derrotó al Club Deportivo Covadonga (Asturias) y se hizo un hueco entre la elite de la pelota nacional.

Uno de los fundadores del club, Carlos Baeza, recuerda como disfrutaban con entusiasmo de aquellos primeros enfrentamientos contra equipos que parecían de otra galaxia. «Para nosotros ir a Bilbao era como competir en la NBA. Además, en muchos sitios se extrañaban de que un pequeño pueblo de Segovia tuviera un equipo en División de Honor y todavía hoy, muchos años después, se siguen sorprendiendo de que nuestro club esté formado por jugadores de la tierra y no por pelotaris vascos o navarros».

EL PRESENTE

En 2005, el Club de Pelota Vallelado ha disputado su decimoquinta temporada consecutiva en División de Honor. Quince años de lucha por mantener la categoría, por continuar una temporada más con el sueño de jugar contra los mejores. «Para nosotros ya es un triunfo no descender, porque competimos contra grandes equipos. Este año nos hemos jugado la permanencia con el Cantera Leonesa y, al final, gracias a la victoria que conseguimos allí y a los dos puntos que arañamos al Tenis de Pamplona hemos logrado evitar el descenso», asegura Carlos Baeza. Aunque el C.P. Vallelado se sustenta en jugadores de la tierra, en esta última temporada, el equipo ha contado con el apoyo de un jugador cubano, Jorge Domínguez. «La presencia de Jorge es fruto de un acuerdo con el Puertas Bamar de Íscar. Ellos tenían tres jugadores no seleccionables y para que uno de ellos no se quedara sin jugar decidimos que se viniera a Vallelado y nosotros, a cambio, les cedimos a César Baeza. El intercambio nos ha salido bien a las dos partes, puesto que tanto Jorge como César han sido determinantes en los dos equipos».

La pelota ha situado a Vallelado en el mapa de Segovia, ha hecho famosa a esta pequeña localidad. Por eso, el pueblo le devuelve cada fin de semana ese favor llenando el coqueto nuevo frontón construido en 2002 y que se inauguró con la disputa del Campeonato de Europa. «Que en un pueblo de 800 habitantes acudan entre 100 y 120 al pabellón es impresionante», casi tanto como que haya un segundo equipo de pelota de Vallelado, el Pradillos, que compite en la Segunda División.

EL FUTURO

Daniel Arranz representa el futuro de la pelota en Vallelado. Campeón de España Juvenil y Subcampeón del Mundo Sub-22, en sus manos se encuentra la difícil misión de liderar a la nueva generación de pelotaris que den continuidad al trabajo y el esfuerzo derrochado por los pioneros del club. «Aquí desde pequeño, en vez de darle patadas a un balón se juega a la pelota. Es un deporte que me gusta mucho porque me está permitiendo recorrer España y conocer a mucha gente, lo único que hecho en falta es que se reconozca un poco más el trabajo que hacemos y los logros que hemos conseguido», afirma Daniel con sinceridad.

Los éxitos de Daniel Arranz son el fruto del trabajo bien hecho, del tiempo invertido por Miguel Lagunar para enseñar y educar a los más de 30 jóvenes que forman la escuela del Club de Pelota Vallelado. «Llevamos muchos años trabajando con los chicos y para ellos es muy importante ver que hay dos clubes en los que pueden jugar. Además, aquí tratamos de hacer otras actividades al margen de la pelota para que los chavales se lo pasen bien. Somos una gran familia y eso se nota», asegura Miguel.

La escuela está formada por chicos de entre 4 y 19 años que tratan de aprender todo lo posible de un deporte que requiere unas condiciones especiales para triunfar. «Solo con ver como golpea un niño la pelota por primera vez casi se puede saber si tiene talento para jugar. Hay que nacer con facultades, aunque está claro que después hay que trabajar mucho para pulirlas», indica Miguel, quien además asegura que para ser un buen pelotari «hay que tener rapidez, reflejos y fuerza lo que nosotros llamamos maña».

Para que la tradición de la pelota siga viva en Vallelado, Miguel Lagunar tiene claro que es necesaria la creación de un centro de tecnificación en el que los chavales puedan entrenar de forma continua. «Ahora nos mantenemos a duras penas en la División de Honor. Para dar un paso más necesitamos un centro en el que los chicos puedan aprender aún más. Está claro que nunca llegaremos al nivel de los clubes de Navarra, pero somos un pueblo pequeño y todo lo que hacemos tiene un gran mérito».